En Oakland, una narrativa diferente

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Tomó tres cheques a San Francisco antes de que finalmente llegara al puente a Oakland. ¿Me gustó? ¡Absolutamente! Es una ciudad excelente con comida maravillosa.

Pero lo que encontré mucho interesante en Oakland fue lo diferente que se sentía la narración. Vaya a muchas ciudades importantes en los EE. UU., Aprenda sobre su historia, y le darán un elenco de jugadores blancos que cuentan historias blancas, con personas de color agregadas principalmente como pensamientos posteriores.

Oakland es una de las pocas ciudades estadounidenses que he visitado que no tiene una narrativa blanca. Es una ciudad excepcionalmente diversa: hoy está casi dividida entre blancos, negros e hispanos con una población asiática considerable también. Más allá de eso, es una ciudad donde la interacción es diversa (a diferencia de algún lugar como Boston, que es diversa en papel, pero se segregada sorprendentemente incluso hoy).

Esto reverberó una y otra vez mientras conversaba con pequeños propietarios de servicios, hablé con activistas locales en un evento para mujeres de color y exploré la historia de Oakland como ciudad.

En ninguna parte ejemplificó esto mucho más que el excepcional Museo de Oakland de California, que me encantó.

En muchos sentidos, California es como un microcosmos de los Estados Unidos. Se basa en inmigrantes, así como a los trasplantes estadounidenses de además del este, y tiene una demografía similar al país en su conjunto.

El Museo de Oakland de California se centra en contar historias sobre californianos: los japoneses-estadounidenses que sobrevivieron a los campos de internamiento, los inmigrantes de América Latina que vinieron a buscar una vida mejor y los guerreros de la justicia social negro de Oakland, incluidas las Panteras Negras. Estas historias se ponen al frente y al centro.

Al frente y en el centro. No relegado a una “esquina étnica” como muchos museos hoy.

Incluso hubo una sección de noticias sobre las declaraciones de Donald Trump sobre la prohibición de los musulmanes de los Estados Unidos y cómo esto se relacionó con los campos de internamiento japoneses.

Mis secciones favoritas eran donde la gente podía escribir sus propios recuerdos, esperanzas y sueños en Post-It. Mucha gente tenía cosas reflexivas que decir.

¿Qué recuerdas sobre los años 60 y principios de los 70?

“¡Mamá fumando en el automóvil con las ventanas enrolladas y yo de pie (sin estar sentado) en el asiento delantero!”

“Perdimos Malcolm X”.

“Muy buen cabello, cabello muy malo, rock n roll”.

“No poder alquilar un apartamento o un condominio cuando nos vieron como mexicanos”.

¿Qué acciones tomarás para apoyar tu punto de vista sobre la crisis de refugiados?

“Aprenda, escuche, sea activo, vote”.

“Cada vez que escucho conceptos erróneos, plantearé mi voz y describiré el paisaje real de un problema”.

“Aprenda mucho más sobre cómo puedo ayudar”.

¿Qué esperas para el futuro?

2016: “Ziggy Stardust se fue a casa a Marte”. “¡Termina la islamofobia!”

2019: “Las personas transgénero tendrán igualdad de derechos”. “El Tíbet será libre”.

2021: “Cure para Alzheimer descubierto”. “¡Una máquina real del horario de hidromasaje!”

Como puede ver, como liberal de toda la vida, estaba en el cielo en este museo. y las secciones sobre arte, historia y ecología de California también fueron fascinantes. Ah, y probablemente debo mencionar que hay una exhibición de marihuana próximamente …

¡Los viernes por la noche, el museo tiene admisión a medio precio y el área abierta se convierte en una fiesta gigantesca para todas las edades! Hay camiones de comida, bebidas y música.

Y lo que me encantó mucho es que la música de elección era hip-hop, y sin embargo, viste familias bailando con niños de todas las edades.

No creo haber visto a familias con niños bailando al hip-hop en un evento de museo. Alguna vez. ¡Me encantó estar en una ciudad donde el hip-hop se considera familiar!

Después de que terminó el hip-hop, la música cambió a danza latina, ¡y el músico se convirtió en una gigantesca sesión de Zumba!

La escena de la comida

Ah, y la escena de la comida es que Oakland es una locura. De la mejor manera. Anteriormente escribí sobre las mejores cosas que comí en California, pero aquí hay algunas otras golosinas de Oakland que me encantaron:

Tomates verdes fritos con holandesa y salmón ahumado en Picán.

Gran café y un budín de chía en Blue Bottle Coffee.

Este tazón de arroz y almejas en Shakewell.

Tequila no siempre tiene que ser en forma de disparos de “mala decisión”: ¡mira la notable selección de tequila en Calavera! La margarita de la nube de sal es increíble.

Cuajada de queso frito en una gira de comida de Sabor Oakland. Algunos del personal son lectores aventureros de Kate desde hace mucho tiempo; ¡Asegúrate de decirles que te envié!

Roblenull